Nos gusta tanto aparecer de repente como desaparecer.
Nos gusta enamorar, y enamorarnos de cada mínimo detalle.
Siempre queremos estar en todos lados y no estar en ninguno a la vez.
Nuestra mente suele ser un caos, un caos que busca una salida en cualquier otra mente despierta.

Por ello nos gusta escapar, que nos lleven, que nos descubran, que nos sorprendan, porque necesitamos un nuevo aire cada día, una mente capaz de entendernos y de conexionar con nosotros mismos.
Por lo tanto, es todo cuestión de mentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario