Cuando todo se vuelve gris, negro, oscuro, tenebroso, cuando las luces se apagan, el valle se inunda de lágrimas y tú no estás ahí para salvarme, socorrerme, dejarlo todo y escaparte conmigo a un lugar lejano. Cuando en mi mente abundan las dudas, en donde la inspiración no aterriza en mi vida.
Solo hay una manera de solucionarlo, en la que tú formas parte, debes de acudir a mi rescate, a volver a poner las cosas en su sitio para que vuelva a aparecer el sol entre las montañas.
La gente se lava las manos, se marcha, y no acude en mi ayuda, rodean los caminos sin acercarse a la orilla.