Llueve en mi...

Vida de los lagos, de los aguaceros.
Vida entre chubasqueros.

Con botas de agua me cubriré, quiero llegar al Everest.
Recorriendo colinas y senderos, recorriendo caminos inexpertos. Intentando llegar a la cima, a la copa del árbol, a la copa de tu sombrero.

Llueve, las gotas recorren hasta el más subrepticio rincón de mi cuerpo.
No me importa mojarme, sé que en algún momento llegaré a secarme.

Soy parte de mi, mi es parte de yo.
Si me dejas ser yo, seré la gota más seca del universo.

El rincón

El rincón de pensamientos, dónde nadie nos ve, nadie nos escucha.
El rincón en el que amaneces cada mañana despertando mis días, despejando amaneceres.

Juraría no haber pensado en voz alta, solo el rincón sabe lo que pienso, lo que quiero, lo que necesito.
Sabe que desprendo alegría cada vez que vuelvo a saber de ti.  Y que cuando llega la noche, los sueños se rifan para que sea contigo.


Nadie sabe cómo se me descoloca la mirada cuando te veo. Cómo mi sonrisa es diferente al resto. Cómo soy capaz de disimular que me muero de ganas de comerte a besos.


Sólo el rincón sabe que mi secreto está en la intimidad contigo, en desvelarte mi vida como si fuese un cuenta cuentos.

La moda y el baile

Como si adquiriésemos una nueva piel, una nueva capa, un nuevo papel en nuestro entorno. Un rol predeterminado. Inventamos una nueva atmósfera que está determinada por nuestra actitud. Permanecemos en el aire, aire que nos mueve, nos agita.
Es otro rollo, otro mundo diferente.