Inmortal en el amor

Te creías inmortal hacia el amor, que nada te afectaba tanto, que eras fuerte con lo que amabas. Pero te diste cuenta que no era así, que cuanto más amabas algo, más débil te convertías, que cuando algo no iba bien, el dolor era más fuerte por dentro que por fuera. Que cuando lo que te gusta va bien eres la persona más feliz del mundo, pero cuando se derrumba eres un vagabundo que se arrastra por las esquinas.

Y para llorar se llora mejor bajo la lluvia o en la ducha...

Tú también tienes que remar

Antes todo parecía más fácil, solo bastaba con echar un poquito de menos y querer un poquito de más.

Parece que nadie nos queremos enganchar a nadie, que queremos ir por libre, decidiendo por nosotros sin tener en cuenta las repercusiones en los demás. Pero al final por más que queramos controlar las situaciones, las controlan nuestros sentimientos, y si ayer estabas por debajo ahora estás por encima.

La vida es un ciclo y todos sus componentes también. Antes los efectos eran mínimos, ahora vienen por doble. Y si pasa esto es que tenía que pasar. Porque lo que no sucede es porque no debe de suceder, bien porque llegará su momento o bien porque nunca llegará. Así que me quedo en el barco hasta que el río nos lleve a su cauce, eso si, siempre actuando para no caernos, actuando para ser más fuertes, intentando conseguir algo que llevas esperando meses. Porque lo que no debes de olvidar es que aunque te quedes en el barco esperando a que el río te lleve a su cauce, tú también tienes que remar.

No me gustan

No me gustan los finales de septiembre ni los principios de octubre.
No me gusta cuando desapareces. Cuando la espera se vuelve a hacer eterna. Cuando las excusas de presentarme en tu casa por sorpresa ya resultan casi imposibles.
No me gusta echarte de menos en la distancia; tan solo me gusta el echarte de menos cuando sé que al día siguiente voy a poder verte.

No me gusta que llegue el invierno porque en invierno hace más frío sin ti, aunque en verano derrochemos el calor por doble.

No me gustan las despedidas, ni los viajes de tren de vuelta.

Pero me gustas tú, y por mucha distancia que haya estaré esperándote a tu vuelta con muchas más ganas de todo contigo.

Dejemos volar al alma

La vida cambia, unas veces gira, otras veces retrocede y otras veces es cuando avanza.

Parecía que la vida giraba y giraba siempre en torno a lo mismo, pero entonces, apareciste tú. En el lugar más inesperado, el día más importante del año, o por lo menos esos se suele decir del día de tu cumpleaños. Apareciste sin quererlo. Fue un juego tonto que acabó enganchándonos. Yo había dejado de creer en ciertas cosas, pero con el tiempo empecé a creer, creí en ti y me convencí. Me convencí de que las cosas surgen, sin esperarlo, que llegan solas, y que en los sentimientos el corazón es el que manda.

Que en el amor hay que dejarse llevar, darle segundas oportunidades al corazón. Y que la razón es al final el último mono de toda esta historia.

Que si haces algo será por tus impulsos. Y esos impulsos los lleva el deseo.

No importa cuando lo sientas, lo importante es el momento, que lo disfrutes, que dejes volar al alma, que el destino ya pondrá a cada uno en el lugar correspondiente; y que si es tuyo lo será para siempre.

Dejemos volar al alma.

Inspiración

Hay personas que inspiran y otras que dejan mucho que desear.
Hay personas que inspiran solo con pasar, o solo con mirar. Hay personas que dejan recuerdos para inspirar toda una vida, y hay otras en cambio que están toda la vida y nunca inspirarán.

Tú me inspiras y yo escribo; porque eres la fluidez de mis manos. Porque hace falta solo un motivo para escribirte, y sobran mil por los que no escribir.

No te alejes demasiado que mi vida me haces falta.
No te alejes tanto que mis manos necesitan volar.

Suicidio de mente

Morir por dentro cuando no fluyen ideas, cuando no hay confianza, cuando sobran ganas y faltan oportunidades.
Morir de ganas por la creatividad, por ese afán de aprender;
pero morir en el intento con la desilusión.

Despertar sin ideas es un suicidio de mente, un suicidio de inteligencia.
Pero como bien dice el escritor José Jiménez Lozano cuando no hay inspiración no hay que forzar, escribir forzado es tontería. Y siguiendo sus teorías procuraré no buscar un final, y cuando surja surgirá. Porque las cosas llegan cuando deben de llegar. Todos tenemos nuestro momento, unos más pronto, y otros más tarde.

Creo que ya os habéis perdido y ya no sabéis por qué camino voy ni lo que estoy diciendo. En realidad siempre me refiero a muchas cosas pero intento mezclarlo todo para no parecer tan clara. Ya sabéis eso de que a nadie nos gustan las cosas fáciles, pero tampoco muy difíciles.

Solo os digo que "las mentes" también tienen su crisis; y encontrar la solución es incluso más difícil que salir de la crisis actual que estamos viviendo en España.

Domingo

Eres mis ganas de domingo; el impulso de ganar todo lo perdido hasta ahora.
La pereza de los domingos se vuelve el último plan de mi lista.
El domingo se convierte en el último recuerdo para sobrevivir semanas.
Mis rabietas ahora son ganas de más, de recuperar el tiempo perdido. De quedarnos sin tiempo entre los brazos, de ganar en mis días contigo.

Los domingos son las ganas de sobrevivir un nuevo asalto, de cargar mis energías para aguantar las semanas que hagan falta.
El domingo es el café de despedida, el café de tus ojos, y el sabor de tus labios.

Los domingos eres tú y mis ganas contigo.

Aquello que te habla dentro de ti

El corazón habla más que tus palabras.
Siempre es así y siempre lo será.
La voluntad del cerebro y los sentimientos del corazón.

¿Pero a quién le hacemos caso?

Propiedad de nadie

¿Quitarte lo que es tuyo?
Nadie es propiedad de nadie.
Quien quiera quedarse que permanezca a tu lado hasta que de verdad lo quiera, y quien no, puede irse marchando ya.
Cada uno decide de quién sostenerse y de quién fiarse, e intereses son los que muchas veces deciden el camino. Es lamentable, sí, pero la vida es así, así que agárrate bien fuerte, porque las curvas pueden llegar en cualquier momento y no sabes bien si habrá un cinturón para protegerte o tendrás que salvarte a ti mismo.