Como si de tardes lluviosas se tratara. Cubierta entre sabanas y almohadas. No hace frío, pero así me siento más protegida, siento como si me abrazases, como si estuvieses a mi lado, como si las miles de capas entre sabanas y edredones fueran la yema de tus dedos.
No importa que intente poner una canción alegre, siempre sonará la misma canción de los domingos de vuelta, de regreso, de los domingos en los que me emociono por cada recuerdo que transcurre por mi mente.
Ahora solo me queda pensarte, y a la vez soñarte. Me toca volver a poner los relojes en marcha, ya que se pararon la última vez que te vi.
