Pasa el tiempo, los años, los meses, los días, las horas, los segundos y nadie tiene que conocerte mejor que tú. Al final siempre serás tú quién decida.
Los mejores consejos son los que se da uno a sí mismo. Sólo tú sabes lo que mejor te conviene, tu forma de ser, tus dotes...
Tus padres te guiaron al principio, pero luego te dejaron la libertad de ser capaz de elegir. Esto lo comparo como cuando aprendes a montar en bici; primero te ponen "ruedines" para que no te caigas y sigas adelante, pero llega un punto en el que te los quitan porque creces y ya llega un momento en el que tienes que aprender a sostenerte tú sola. Puede que te caigas, sí, pero con el tiempo y la práctica llegarás a ser capaz de sostenerte día a día y de seguir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario